Estamos en pleno verano, y los
termómetros se disparan. Uno de los problemas asociados a las temperaturas
excesivas es el riesgo de deshidratación,
cuando el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen
funcionamiento. En estas situaciones el cuerpo tiene dificultades para regular
su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración por lo que
produce un aumento de la temperatura corporal.
Para combatir la sed, reponer líquidos y mantener
nuestro organismo hidratado, lo mejor es beber agua.
El agua es un nutriente acalórico (no aporta calorías)
necesario para que el organismo se mantenga en perfecto funcionamiento. La
pérdida de tan sólo un 10% del agua corporal supone un grave riesgo para la
salud.
El
agua está implicada de forma directa en diferentes funciones del organismo:
·
refrigeración
·
aporte
de nutrientes a las células musculares
·
eliminación
de sustancias de desecho
·
lubricación
de articulaciones
·
regulación de los electrolitos en la sangre.
Hay personas a quienes no les gusta beber agua, y prefieren algo que
tenga un poco de sabor. La base es el agua, que debe consumirse abundantemente,
pero también puedes beber:
La hidratación correcta durante el ejercicio es
muy importante para mejorar el rendimiento deportivo y la eficacia del
entrenamiento. Otro aspecto que interesa a los deportistas es que con la bebida
pueden recuperar energía y minerales además del agua perdida.
·
suficientes carbohidratos para mantener la cantidad adecuada de glucosa en
la sangre
·
agua, vitaminas y electrolitos para prevenir el desequilibrio de líquidos
La deshidratación tiene un efecto negativo tanto en el rendimiento del deportista
como en su salud.
A nivel de rendimiento, va a tener lugar una
disminución de la resistencia física, de la fuerza muscular, e incluso puede
tener lugar un aumento de la probabilidad de sufrir lesiones (por el efecto
lubricante del agua).
A nivel de salud, se pueden producir una serie de enfermedades que
pueden ser desde calambres musculares, hasta debilidad,
confusión y vértigo o incluso, en casos extremos, se puede llegar a
la muerte.