La carnitina es una amina
cuaternaria sintetizada en el hígado,
los riñones y el
cerebro a partir de dos aminoácidos
esenciales, la lisina y la metionina.
La carnitina es
responsable del transporte de ácidos
grasos al interior de las mitocondrias celulares encargados de la producción de energía. El principal
rol de la carnitina es acelerar el proceso de oxidación
de ácidos grasos. La deficiencia de carnitina conduce a una disminución
sustancial de la producción de energía y al aumento de grasa.
La principal fuente
de carnitina son en particular las carnes rojas. Los vegetales contienen
cantidades muy pequeñas o incluso nulas de carnitina.
Formas disponibles de
carnitina:
- L-carnitina
- D-carnitina
- L-acetilcarnitina
- L-propionilcarnitina
L-carnitina ayuda a
reducir las agujetas, mejora la conservación de las reservas de glucógeno,
aumenta la resistencia y la recuperación deportiva, baja el colesterol y los triglicéridos. Como «quemador de grasa» se ha podido demostrar que una toma de 4 g diarios
divididos en dos tomas durante 24 semanas, incrementó la L-carnitina a nivel
muscular en un 21 % complementándolo con ejercicio aeróbico en bicicleta
al 50 % y 80 % del esfuerzo máximo. Por lo tanto, mejoraría el envío
de ácidos grasos de cadena larga a las mitocondrias de las células. Sin
ejercicio los resultados no serán los mismos. Normalmente la l-carnitina se toma con media hora antes de entrenar.
Dada su toxicidad, se
recomienda no utilizar D-carnitina como suplemento dietético.
L-acetilcarnitina se utiliza
frecuentemente en el tratamiento del Alzheimer, trastornos
cardiovasculares, la infertilidad masculina, mejora las funciones cognitivas, la memoria y la concentración.
L-propionilcarnitina se emplea para tratar algunas enfermedades de carácter
infeccioso.
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